Hace dos semanas, salí a correr con los cascos, y un vacío inexplicable dentro de mi. Llevaba un tiempo cansado y decidí sentarme en un banco.
Estaba mirando hacia el final del parque, mientras escuchaba música en el mp3, cuando su recuerdo chocó contra mi mente como una ola que no ves venir en la orilla. Un escalofrio me sobrecogió y sentí cosas que hacía tiempo que ya no sentía. Me acordé de sus miradas tímidas como si fuera ayer mismo cuando me las echaba. Y sus labios volvieron a recorrer mi cuello. Noté que mi corazón latía mucho más rápido de lo normal y supuse que eso no debía de ser bueno.
Así decidí cambiar mis pensamientos, ya que esos recuerdos solo me harían mas daño del que ella ya me hizo en el pasado...
Respiré hondo y me obligué a seguir corriendo, para al menos intentar sentir más dolor en mis músculos que el que sentía en mi pecho.
