ñamm

Deberíais saber que a veces, sonreir es la mejor forma de contribuir a cambiar el mundo.

FRIO


Caminando por la calle ... el viento sopla en mi cara ...  un montón de frío se abalanza sobre mi, y yo calentita debajo de mi abrigo, mi bufanda y mis guantes sonrío, porque sé que él no me va a alcanzar, porque me burlo de él y sé que él jamás podrá conmigo ... muahahahahá

no juegas bien a mi juego

No, no lo haces bien, así no son mis reglas...

En mis reglas tú tirabas el dado, y cuando sacabas un 1 no te importaba nada más que yo, si sacabas un 2 soló hablabas de mi, si te salía un 3, era que todo el tiempo que tenías para ti, lo dividías, para darme a mí la mitad, si era un 4 hacías que esos momentos fueran sólo nuestros, si aparecía un 5 sonreías siempre al mirarme a la cara, y si en el dado aparecía un 6 me decías que me amabas...

En mis reglas cuando tiras 3 veces el dado, coges una carta, y si te aparece BESO, quiero que me beses como nunca lo habías hecho antes, si lo que pone es ABRAZO, quiero que me dés uno de los que dejan sin respiración y si te aparece AMOR quiero que me lo hagas lentamente...

En mis reglas, yo siempre gano.
Asique, empieza de nuevo, ya que no estás jugando bien a mi juego.


Pesadillas

Mamá... se oyen gritos... sus gritos son... dulces... a papá... le tocará luego...
((X-Men))

(Cuando los cómics dejan huella en tu retina)

cuando te observas

A veces hay tanto que contar...que todo se mezcla... y te parece extraño... te miras a ti misma, y no te reconoces. Recuerdas que cuando miras a los demás siempre te dices: ¿Están aqui por mi? ¿Son ellos en realidad? ¿Los estoy soñando? Ahora, a solas, cuando te estás mirando en el espejo, te preguntas: ¿Quien sabe si esta vida es mi vida,o es mi segunda vida? y todo te confunde... es entonces cuando empiezas a pensar en el pasado, y en el presente, lo mezclas todo, y te observas, te fijas en lo que te has convertido, y quieres llorar, y al mismo tiempo, quieres sonreir, porque podría ser peor... Pero de repente sales de esa burbuja, te vuelves a mirar en el espejo y te reconoces, entonces con confianza, te pones la chaqueta, buscas el bolso, miras si están las llaves, y sales de casa... Justo cuando cierras la puerta por fuera, sin temor a que nadie te oiga, te dices en alto: ¡Hoy, me voy a comer el mundo!